Cuando los jefes hacen “Stonewalling”

“Si renuncia es un traidor, no hay que hablarle hasta que se vaya”. Esta frase real y exacta me la dijo un jefe hace muchos años cuando una persona del equipo renunció.

Hoy hablé con un gran amigo que me contó que cuando se fue de su anterior empresa, las personas que consideraba sus amigas (¡que iban a su casa y compartían momentos fuera del trabajo!) cortaron el vínculo cuando decidió renunciar y esto provocó que durante un año tenga sueños recurrentes con el tema.

Esta dinámica se llama “Stonewalling” (muro de piedra) me aclara Priscila Migale referente en bienestar y salud emocional. Es violencia pasivo-agresiva similar al llamado “ghosting” (aparecer y desaparecer sin dar explicaciones) pero quizás un poco más complejo de detectar y quizás más doloroso.

“El término stonewalling alude coloquialmente a la situación en la que uno de los integrantes de una relación se convierte en un muro de piedra, mostrando un rechazo a comunicarse, a implicarse en un intercambio, mostrando una actitud de retraimiento y distancia.” explica Valeria Bedrossian, psicóloga de la universidad de Buenos Aires.

Algunos ejemplos:

Desestimar las opiniones del otro, no contestar
Tener una actitud evasiva hacia cualquier propuesta respondiendo con comentarios difusos, vagos o pobres
No mirar a los ojos al hablar, mirar para otro lado
Ponerse a hacer otra cosa mientras una persona habla
Evitar las charlas acerca de temas pendientes

¿Qué creo que podemos hacer en las organizaciones para asegurar que el "stonewalling" no ocurra?

Si queremos hacer vivos los valores de una cultura (si es que los valores tienen que ver con la humanidad y la salud mental ¡claro!) creo que es imprescindible explicitar que el “stonewalling” y este tipo de conductas pasivo-agresivas son sutiles, pero igualmente inaceptables que las más obvias
Si deseamos ofrecer un ciclo de vida sano, creo que es necesario incorporar en el llamado «Employee Journey Mapping» (visualización del viaje del empleado) el gran momento de la desvinculación ¿Cómo queremos hacer sentir a las personas cuando renuncian y o son despedidas? ¿Qué recuerdo les queremos dejar? ¿Qué vamos a hacer (¡y de qué modo!) y qué vamos a cuidar que no ocurra?
Y si queremos erradicar este mecanismo de todas las micro-comunicaciones, creo que las áreas de Recursos Humanos podrían abrir espacios de reflexión sobre el tema e incluso ofrecer servicios internos de “coaching express” para que las personas tengan un espacio para expresar si sienten “stonewalling” por parte de su jefe, un compañero o incluso un cliente; ofrecerle herramientas para abordarlo e incluso citar a la otra persona para buscar en conjunto una mejor aproximación

Y para terminar, quizás podríamos empezar preguntándonos profundamente: ¿Le hemos hecho stonewalling a alguien? ¿Se lo estamos haciendo aún? ¿Con quién deberíamos reparar nuestra comunicación? ¿A quién deberíamos perdirle perdón? Bienvenido sea empezar por nosotros mismos.