Byung-Chul Han: La desaparición de los rituales (Reseña)

Subtítulo: una topología del presente
Antes de empezar: ¿por qué me parece un tema central los “Rituales de Equipos”?
En el artículo «El pulso invisible: reinventando el trabajo en la era de la fluidez», Harvard Deusto propone la cocreación de rituales digitales con equipos: diseñar juntos ceremonias significativas que reflejen la cultura organizacional.
En la misma línea, Leandro Butteri —diseñador de UX argentino en NYC— en nuestro podcast nos dijo:
“Los mejores equipos del mundo comparten seguridad psicológica, vulnerabilidad y propósito.”
Y compartió algunos ejemplos que puedes implementar: El objeto de la semana, La fiesta de las habilidades, To do compost, La caminata del robot, Cómo estamos, La pared de las ansiedades, Registro de fallas, Bautismo de nombres, Funeral de viejas costumbres, etc.
¿Qué dice Byung-Chul Han en La desaparición de los rituales?
“Los ritos son acciones simbólicas. Transmiten y representan aquellos valores y órdenes que mantienen cohesionada una comunidad. Generan una comunidad sin comunicación, mientras que lo que predomina hoy es una comunicación sin comunidad.” (p. 11)
Para Han, los rituales transforman el estar en el mundo en un estar en casa. Dan estabilidad, convierten lo efímero en duradero y nos anclan en un tiempo y un lugar. En sus páginas, advierte que la desaparición de los símbolos y ritos está ligada a la atomización social y al narcisismo colectivo.
Los rituales exigen olvidarse de uno mismo y trascender el yo, algo opuesto a la lógica narcisista.
“La permanente presión para producir conduce a una pérdida del hogar. Morar necesita duración.” (p. 19)
Critica también la aceleración de la vida y la pérdida de capacidad de repetición, cuando justamente la repetición ritual es la que estabiliza la atención, genera arraigo y construye comunidad.
“Muchas formas de repetición, como por ejemplo aprender de memoria, han dejado hoy de fomentarse con el argumento de que reprimen la creatividad. Al parecer, solo las repeticiones llegan hasta el corazón.” (p. 19)
El autor conecta la pérdida de rituales con fenómenos actuales:
Déficit de atención por una percepción serial que nunca descansa, donde el aprendizaje ritual (como memorizar) se relega por considerarse poco creativo.
- Comunicación digital descorporizada que sustituye la relación por conexiones superficiales.
- Explotación autoimpuesta que conduce al burnout.
- Desaparición de lo lúdico en favor de la productividad constante.
- Eros y sentido festivo en retirada, con el consiguiente desencantamiento del mundo.
“Los rituales y las ceremonias son actos genuinamente humanos que hacen que la vida resulte festiva y mágica. Su desaparición degrada y profana la vida reduciéndola a mera supervivencia.” (p. 39)
“La comunidad sin comunicación deja paso a la comunicación sin comunidad.”
Conexión con los rituales de equipo
Lo que Han describe como pérdida social y cultural, en el trabajo lo vemos en equipos que operan sin momentos de conexión, celebración o reflexión.
Y lo que Harvard Deusto y Leandro Butteri proponen —crear rituales compartidos— es justamente una forma contemporánea de reintroducir símbolos, repeticiones y sentido en el día a día laboral.
En entornos remotos, híbridos o presenciales, estos rituales:
- Estabilizan y marcan el tiempo (como reuniones semanales con un formato predecible).
- Refuerzan la identidad colectiva (símbolos, dinámicas, objetos compartidos).
- Favorecen la atención profunda y el diálogo genuino.