¿Por qué los Rituales de Equipo ofrecen seguridad?

Anoche junto a la Dra. Michelle Germe dimos en Palma de Mallorca, un taller sobre perimenopausia, estrés y burnout.
Y algo que aprendí en esta serie de encuentros, es el concepto “anclas emocionales” que son “acciones repetitivas que el cerebro necesita para crear seguridad”.
El café cortado que me tomo a la mañana, la música repetitiva que necesito escuchar, el incienso para tranquilizarme. Son «anclas» para que mi cerebro perciba seguridad (porque si la música me falta a la mañana en la cocina, realmente me puedo desestabilizar).
Rafael Nadal, el famoso tenista, también tenía sus rituales antes de sus saques. Ordenaba las botellas milimétricamente y hacía movimientos que parecían tics nerviosos antes de sacar para auto-darse calmar y poderse enfocar.
De hecho, el chiste popular era que había que desalinearle las botellas para que pierda los partidos.
En los equipos pasa lo mismo. Existe lo que llamamos “ceremonias” o “rituales de equipos” para generar espacios de conexión humana y seguridad mental:
- Las retrospectivas al cierre de cada proyecto.
- La co-creación de objetivos y resultados esperados antes de cada trimestre.
- Las reuniones de seguimiento donde el líder pregunte en ronda: ¿Qué necesita resolver cada persona? ¿Qué la bloquea? ¿En qué necesita ayuda para avanzar?
- “La pared de las ansiedades” también es un gran ritual.
- Empezar cada videollamada con un checkin: ¿Con qué emoción llega cada uno?
- Y terminar siempre con un checkout ¿Qué se lleva cada uno de esta sesión?
Todos estos “rituales de equipo“ nos permiten reconectar como personas, escucharnos de manera constructiva y generar los espacios humanos que necesitamos para avanzar.
Anoche, en el taller, una persona preguntaba ¿Cómo hago para que mi equipo tenga compromiso y haga lo que dice que va a hacer? ¿Exijo más?
Y quizás el primer paso sea hacer una pausa y crear estos espacios seguros para reconectar.
Entonces pareciera que para tener un liderazgo consciente, un primer paso es co-diseñar estos «rituales de equipo» (que se irán perfeccionando iterativamente) y calendarizarlos (¡ponerlos en agenda para todo el trimestre e incluso, para todo el año!) para asegurar que se hagan de manera repetitiva y ordenada.
“La improvisación genera caos, el orden trae libertad.”
