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Comunicación Asertiva para mejorar la experiencia humana en los equipos

Verónica Traynor Employee Experience
Verónica Traynor
hola@veronicatraynor.com

Parte de lo que vemos en nuestros queridos Programas de Liderazgo Consciente es un modelo de Comunicación Asertiva basado en Marshall Rosenberg.

La epifanía de hoy es la siguiente: Si tenemos una conversación difícil, la comunicación asertiva no solo nos sirve para hablar… sino también para escuchar, repreguntar, parafrasear… ¡acomodar un poco el discurso del otro! y de este modo, no afectarnos tanto.

Y a su vez, encaminar la conversación para lograr soluciones.

Por ejemplo:

1) Si nuestro interlocutor no menciona hechos concretos (¡o los hechos están distorsionados!) quizás podamos preguntarle: «¿Exactamente, qué hechos ocurrieron?».

2) ¡O también! Si nuestro interlocutor en lugar de decir: “Me siento triste, angustiada, agobiada” dice: “Me siento ahorcada y acorralada…” vamos a detectar rápidamente que lo que está diciendo no son sus emociones… sino que está diciendo lo que piensa que le hicieron… de forma que se victimiza… y quizás sea una forma de violencia agresivo-pasiva. ¡Quizás!

3) ¡A su vez! Si la persona no nos explica sus necesidades … se lo podemos preguntar: “¿Qué es lo que necesitas? ¿Orden? ¿Claridad? ¿Previsibilidad?”.

4) Y por último… si nuestro querido interlocutor hace pedidos en negativo… Ej: “¡No quiero que vuelva a pasar esto!”; le podemos repreguntar: “Exactamente… ¿Qué es lo que sí te gustaría que ocurra?”.

Entonces ¿Cuál puede ser el valor de hacer repreguntas?

Más allá de que las repreguntas nos pueden ayudar (¡desde lo práctico!) a modelar el discurso del otro para buscar soluciones conjuntas…

Creo que insólitamente el ejercicio de repreguntar… también nos ayuda a tomar una pausa, respirar y generar ese intervalo necesario para poder «des-escalar»…

¿Y a qué me refiero con la palabra "intervalo"?

Un intervalo, en el mundo del mindfulness, es esa pausa entre el «estímulo» y la «respuesta», que nos ayuda a evitar una reacción innata para poder responder en lugar de reaccionar.

Conclusión:

Si recibimos discursos que nos resultan ¡poco pacíficos! y necesitamos «des-escalar» momentos que están llegando a la violencia… creo que entrenar el músculo de la comunicación asertiva, nos solo nos ayuda a expresarnos… sino también a tomar una pausa, escuchar asertivamente y en ese juego de repreguntas con el otro… insólitamente permitirnos respirar: ¿Para qué? Para responder en lugar de reaccionar.

Entonces pareciera que mucho se trata de respirar.

Si deseas llevar los Programa de Liderazgo Consciente y Colaboración Efectiva a tu organización escríbeme a hola@veronicatraynor.com y con gusto armamos una propuesta.

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